sábado, 11 𝗱𝗲 mayo, 2024
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“No creo que eso sea justo”: Carolina del Norte se destaca como uno de los principales estados en la censura a nivel nacional

Foto: Archivo

Alexis Quintar- En medio de una creciente ola de censura y prohibiciones de libros en todo Estados Unidos, Carolina del Norte emerge como uno de los “líderes” de esta alarmante postura. Defensores de la Primera Enmienda están librando una batalla contra la restricción de la libertad de expresión y la diversidad de voces en el ámbito educativo. Esta problemática se está extendiendo por todo el país, y Carolina del Norte se encuentra en la vanguardia de esta tendencia preocupante. Uno de los ejemplos más destacados de esta inclinación es el libro “Fun Home: A Family Tragicomic”, escrito por Alison Bechdel, que ha sido prohibido por la junta escolar de Nixa, Missouri. Este libro aborda temas como el de la identidad sexual y ha sido prohibido junto con más de 3.300 libros en el año escolar 2022-2023, lo que representa un aumento del 33% en comparación con el año anterior, según un informe de PEN América, una organización que defiende la Primera Enmienda y lucha contra la censura de libros.

La historia de Thomasina Brown, una estudiante de 16 años de la escuela secundaria Nixa, es un ejemplo conmovedor de cómo estos libros pueden tener un impacto profundo en la vida de los jóvenes. Según informó el medio NC Newsline, Brown encontró consuelo y conexión en “Fun Home: A Family Tragicomic” mientras enfrentaba la pérdida de su padre y exploraba su propia identidad. “Me vi muy reflejada en esas páginas”, indicó Brown. Además. La joven se refirió a la censura del libro en la secundaria Nixa: “Cuando los adultos y la junta escolar lo consideraron inapropiado, sentí como si me estuvieran diciendo que yo era inapropiado, y no creo que eso sea justo”.

La censura y prohibición de libros se ha intensificado en los últimos años, impulsada por padres y grupos conservadores que se oponen a la inclusión de temas relacionados con la comunidad LGBTQ+, la historia negra y la diversidad en las escuelas. Durante el año escolar 2022-2023, se prohibieron libros en 153 distritos de 33 estados, según el informe de PEN América. El inicio de muchas de estas prohibiciones coincidió con el comienzo de la pandemia, cuando las tensiones aumentaron debido a las políticas de uso de mascarillas y el aprendizaje en línea, lo que eventualmente politizó las reuniones de las juntas escolares.

Para contrarrestar esta tendencia y en conmemoración de la Semana de los Libros Prohibidos del 1 al 7 de octubre, PEN América ha lanzado una capacitación en línea para estudiantes para luchar contra las prohibiciones de libros. Conjuntamente, se han reunido con influyentes autores, como Judy Blume, Ruby Bridges, Michael Connelly, Suzanne Collins, Amanda Gorman, entre otros, para enfrentar las prohibiciones de libros en Florida y en todo el país. Uno de estos autores, Michael Connelly, donó 1 millón de dólares para respaldar los esfuerzos de PEN América en Florida, donde se han prohibido más del 40% de los libros durante el año escolar 2022-2023. En este contexto, la directora del programa Libertad para Leer de PEN América, Kasey Meehan sostuvo: “Consideramos que Florida casi establece el mapa hacia dónde podrían ir otros estados y ciertamente esperamos que los esfuerzos para oponerse a las prohibiciones de libros en Florida también nos ayuden a pensar en cómo hacer retroceder las prohibiciones de libros antes de que alcancen esta escala en otros estados”. Igualmente, Meehan añadió: “Cuando miramos a Florida, y Florida parece ser una anomalía, lo importante para PEN y para otras organizaciones que están siguiendo estos movimientos es que Florida no es necesariamente un caso atípico. Están presentando una hoja de ruta a seguir para otros estados”.

A pesar de los esfuerzos para abordar esta creciente crisis de censura, las soluciones a nivel federal aún no han ganado impulso. En junio, la Casa Blanca anunció la creación de un coordinador en la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación para enfrentar las prohibiciones de libros, pero el estado de esta iniciativa aún es incierto. Sin embargo, Illinois se ha destacado como el primer estado en aprobar una ley que prohíbe la prohibición de libros, marcando un contrapunto fundamental a esta tendencia nacional. El informe de PEN América revela que la mayoría de las prohibiciones de libros se producen en distritos escolares con conexiones a grupos nacionales que abogan por la censura. Además, el 63% de todas las prohibiciones de libros ocurrieron en ocho estados con leyes estatales que prohíben libros o ejercen presión para eliminarlos.

Los demócratas en el Congreso han mostrado su preocupación por el creciente aumento de las prohibiciones de libros y han presentado resoluciones para condenar esta censura. El representante Jamie Raskin argumentó que la censura de libros es un ataque a la Primera Enmienda y a la democracia misma. “La creciente crisis de prohibiciones de libros en nuestro país en los últimos años es un ataque directo a los derechos de la Primera Enmienda y debería preocupar a todos los que creen que la libertad de expresión y la libertad de lectura son esenciales para una democracia fuerte”, señaló Raskin, un reconocido representante demócrata de Maryland en una de sus más recientes declaraciones. Además, el político manifestó: “Los siniestros esfuerzos por retirar libros de nuestras escuelas y bibliotecas son un sello distintivo de los regímenes autoritarios”.

Uno de los grupos principales que ha impulsado las prohibiciones de libros es “Moms for Liberty”, una organización con vínculos con el Partido Republicano que opera en 47 estados y tiene alrededor de 300 capítulos. Esta organización ha presionado a las juntas escolares locales y a los administradores para promover políticas conservadoras en la educación. Thomasina Brown, quien lidera un club de estudiantes en Nixa contra la prohibición de libros, ha experimentado de primera mano como estos grupos religiosos y conservadores influyen en las decisiones de la junta escolar. A pesar de la oposición, sigue luchando por la libertad de expresión y la diversidad de ideas en su comunidad. En resumen, la creciente censura y prohibición de libros en Carolina del Norte y en todo Estados Unidos es una preocupante amenaza para la libertad de expresión y el acceso a una educación diversa. La lucha por proteger la Primera Enmienda y promover la inclusión y la diversidad en la literatura continua, con defensores y autores de renombre unidos en esta batalla por los derechos fundamentales en la sociedad estadounidense.

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