sábado, 4 𝗱𝗲 mayo, 2024
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Lucha contra el racismo en Estados Unidos: Hitos de una historia que no termina

Foto: Library of Congress

Leah Carlson- Desde la llegada de los primeros barcos esclavistas a Estados Unidos en 1619 hasta nuestros días, la lucha de la comunidad afroamericana por la igualdad de derechos civiles ha sido una constante. Y aunque en más de cuatro siglos ha habido notables cambios impulsados por hitos históricos y personajes emblemáticos, el racismo sistémico sigue presente en el país.

También la comunidad de origen latino ha tenido que luchar contra la discriminación. Un oscuro hito en este sentido ocurrió luego de la guerra entre México y Estados Unidos. Se trata de los linchamientos de mexicanos tras este conflicto bélico, en una tasa superada sólo por la comunidad afroamericana durante el mismo período. Según información en línea, unos 597 mexicanos fueron linchados entre 1848 y 1929, una estimación conservadora debido a la falta de registros. 

Una sola lucha

Uno de los personajes más emblemáticos en el activismo por los derechos civiles en Estados Unidos fue el reverendo Martin Luther King. Su firme lucha pacífica allanó el camino para quienes vinieron después.

Bajo su liderazgo se boicotea el servicio de autobuses de la segregada Montgomery, luego que el histórico 1 de diciembre de 1955 Rosa Parks, una valiente mujer negra, fuera arrestada y multada por negarse a dejar su asiento en favor de un pasajero de raza blanca, algo que iba en contra de las ordenanzas municipales segregacionistas. 

Otro de los momentos definitorios de la lucha por los derechos civiles fue el célebre discurso “I have a dream” pronunciado por King el 28 de agosto de 1963 cuando unas 250.000 personas se congregaron en Washington DC, la capital del estado, en una marcha pacífica por el trabajo y  libertad.

También, en 1965 Martin Luther King lidera la marcha de Selma a Montgomery (hogar de Rosa Parks) en Alabama donde el gobernador se oponía a la integración y solo el 2% de los afroamericanos de la ciudad estaban registrados para votar. El 21 de marzo unas 2.000 personas recorrieron durante tres días la distancia entre las dos ciudades en una protesta aprobada por el distrito y escoltada por el Ejército. Unas 50.000 personas esperaron la llegada de los manifestantes. 

Para King la lucha en contra de la discriminación y por los derechos humanos era una sola. Así se lo hizo saber en un telegrama al líder sindical César Chávez en 1966: “Nuestras luchas separadas son realmente una: una lucha por la libertad, por la dignidad y por la humanidad”.

Nacido en 1927 César Chávez fue un líder campesino y activista de los derechos civiles (algunos lo apodan el Martin Luther King hispano) que luchaba por la protección de los trabajadores del campo con el uso de tácticas no violentas. 

Su activismo corría paralelo y entrelazado a las luchas de King y para finales de los 70, sus métodos habían obligado a los cultivadores a reconocer a la Unión de Trabajadores Campesinos (UFW, por sus siglas en inglés), fundada junto a la activista hispana Dolores Huerta en 1962, como figura portavoz de la negociación para 50.000 agricultores en California y Florida. Entre sus demandas figuraban mejores condiciones laborales, prohibir el uso de pesticidas en las uvas y un salario digno. 

Chávez y su sindicato lideraron a partir de 1965 la protesta pacífica bajo el lema “Sí se puede” que movilizó a miles de trabajadores del campo de California y que logró que se extendiera por Estados Unidos el “boicot de la uva” que finalmente obligó a los productores agrícolas a sentarse a negociar.

El 4 de abril de 1968 en Memphis, en una fecha oscura para la historia, el líder de la resistencia pacífica y Premio Nobel de la Paz, Martin Luther King, fue asesinado de un disparo. El crimen desencadenó disturbios a lo largo y ancho del país y significó un retroceso en la lucha por los derechos civiles.

Más hitos

Uno de los personajes emblemáticos en la lucha contra el racismo fue Nat Turner. Se considera que su rebelión contra la esclavitud en 1831 a la que se sumaron otras 75 personas de raza negra, es el nacimiento del  movimiento abolicionista. Esta rebelión fue sofocada por las fuerzas militares y terminó con la captura de Turner y su condena a muerte. Sin embargo, la voluntad de emancipación hizo eco en todo el sur.

También casos como el de la demanda judicial que interpuso Dred Scott en busca de su libertad fueron emblemáticos. Esclavizado en Missouri y habiendo viviendo en un estado que legalmente prohibía la esclavitud, demandó a su dueño. El Tribunal Supremo, el 6 de marzo de 1857, se pronunció en contra de Scott bajo el argumento de que era un esclavo y por esta razón no estaba facultado para demandar. Esta decisión legislativa anuló el Compromiso de Missouri y sentó un oscuro precedente que enfureció a los abolicionistas.

Las tensiones crecientes entre los estados abolicionistas del norte y los que estaban a favor de la esclavitud en el sur escalaron hasta estallar la Guerra Civil Estadounidense en 1861 cuando 11 estados sureños se separaron de la Unión y formaron los Estados Confederados de América. Aunque la victoria de la Unión en este conflicto bélico significó la liberación de cerca de 4 millones de esclavos, los estados del sur siguieron promulgando leyes destinadas a restringir sus libertades. 

Un flagelo persistente

Así, durante el llamado periodo de reconstrucción tras la guerra, las fuerzas supremacistas establecieron las primeras leyes segregacionistas, bautizadas como las leyes de Jim Crow cuya culminación fue la separación de las escuelas para blancos y afroamericanos amparada por la ley, así como la segregación de espacios y establecimientos como vagones de trenes, transporte público, hoteles, barberías y más.

En 1954 el afronorteamericano Oliver Brown procuró una reparación legal ante el Consejo de Educación cuando a su hija Linda, de siete años de edad, se le negó admisión a una escuela primaria solo para blancos cercana a su hogar en la ciudad de Topeka, Kansas. La victoria de Brown en este caso emblemático condujo a que el Tribunal Supremo considerara inconstitucional la doctrina “separados pero iguales” al dictaminar que violaba los principios de la 14ª Enmienda.

Cabe destacar que Separate but equal o Separados pero iguales fue una doctrina que justificaba y permitía la segregación racial, bajo el supuesto de que no suponía una violación de la decimocuarta enmienda de la constitución estadounidense, que garantizaba la protección de las leyes a todos los ciudadanos por igual. 

En algunos distritos escolares la resistencia al cese de la segregación en las escuelas fue tan grande que incluso llevó al Gobierno federal a desplegar tropas para defender la medida. Tal fue el caso de Little Rock, Arkansas, en 1957 donde el gobernador, Orval Faubus, movilizó a la Guardia Nacional para impedir que nueve estudiantes afroamericanas (las “Nueve de Little Rock”) asistieran a clases llevando al presidente Eisenhower a enviar a un millar de soldados de la Armada para tomar el control de la situación.

Otro hecho que quedó grabado en los anales oscuros de la historia del racismo, fue el secuestro, tortura y asesinato del adolescente Emmett Till de Chicago por supuestamente haberle silbado a una mujer blanca. Till estaba de visita con su familia en la localidad de Money, Misisipi, en 1955. La decisión de su madre de dejar el féretro abierto durante el funeral dejando a la vista de unas 50 mil personas la gravedad de los golpes de los que fue víctima el joven antes de morir hicieron de este un caso emblemático. Aunque se capturó a sus asesinos, estos fueron declarados inocentes un mes más tarde causando la indignación en el norte del país.

La década de los 60 fue especialmente dura para la lucha por los derechos civiles. Malcom “X” líder del grupo NOI (Nation of Islam) que defendía una respuesta severa ante las agresiones blancas, muere a manos de tres miembros del NOI. Hacía un año que Malcolm X había abandonado la Nación del Islam y fundado la Organización de la Unidad Afroamericana, a la que cualquier persona negra, independientemente de su orientación religiosa podía unirse. Tras su muerte sus ideas se popularizaron aún más y fueron la semilla del movimiento Black Power. 

Pero también en 1960 una protesta pacífica de los estudiantes de Greensboro, Carolina del Norte resonó a lo largo y ancho de todo el país. Se trató de la ocupación de mostradores de comida. Los jóvenes se sentaban vestidos formalmente, callados y ocupando asientos alternados por simpatizantes blancos. Estas protestas en muchas ocasiones acababan en brutales desalojos por parte de autoridades escolares, .

Su éxito provocó que se replicaran campañas estudiantiles similares en todo el sur del país. Probablemente la que trajo frutos más inmediatos, fue la de Nashville, Tennessee. A finales de los 1960s las ocupaciones (de mostradores, parques, playas, librerías, cines, museos y otros espacios públicos) se habían propagado en todo el sur e incluso habían llegado a Nevada, Illinois y Ohio. 

Aún en nuestros días

En 1992, Rodney King, un ciudadano afroamericano en libertad condicional, que había estado bebiendo y sobrepasaba el límite de velocidad en su coche, fue interceptado por agentes de la policía que le obligaron a bajarse, le golpearon y le dispararon con una pistola eléctrica o táser. Las imágenes de brutalidad policial dieron la vuelta al mundo. Los agentes fueron absueltos y el caso desencadenó disturbios que asolaron la ciudad de Los Ángeles. El epicentro fue el barrio de Black South Central y dejó un saldo de 55 personas fallecidas, más de 2.000 heridos y cerca de mil edificios incendiados. 

La lucha contra el racismo continúa. Muestra de ello es el surgimiento del movimiento internacional Black Lives Matter que comenzó en 2013 con el uso del hashtag #BlackLivesMatter en las redes sociales, después de que George Zimmerman fuera declarado inocente de la muerte del adolescente afroamericano Trayvon Martin a causa de un disparo de bala. El movimiento sigue manifestándose en contra de las muertes de numerosos afroamericanos asesinados por acción policial hasta nuestros días.

Este breve recuento histórico, evidencia que si bien ha habido grandes avances en la lucha contra el racismo en Estados Unidos, se siguen repitiendo hechos de discriminación y asesinato de miembros de la comunidad negra y latina. No en vano los expertos aseguran que el país está muy lejos de ser una sociedad post-racial en la que el prejuicio racial ya no existe o ya no es un problema social importante.

En este sentido, Odette Casamayor-Cisneros, profesora asociada de literatura y cultura latinoamericanas en la Universidad de Connecticut, asegura en una entrevista concedida al Huffpost a raíz de la muerte del joven afroamericano Freddie Gray a manos de la policía en Baltimore, que la sociedad post-racial es un mito. 

“La idea de la sociedad postracial es, según se le utilice, un cómodo mito, una invención política, un alivio sobre la conciencia de aquellos que no están dispuestos a reconocer la existencia de un privilegio -fomentado a través de los siglos- del blanco sobre el negro. El racismo no se elimina ni eligiendo un presidente negro. Menos aún acomodándose en una ilusoria superación de la desigualdad racial”, concluye.

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