Foto: VDLF
Francisco Machalskys- Los últimos días de julio estuvieron signados por el activismo de grupos pro inmigrantes que exigen a la administración Biden sincerar y priorizar los alcances de su política migratoria, antes de las elecciones de medio término de noviembre.
En este sentido, durante una reunión celebrada a finales del mes pasado en la Casa Blanca entre representantes de Make the Road New York (la mayor organización de base dirigida por inmigrantes en este estado), un alto asesor del presidente, y funcionarios de inmigración y estrategia política, los activistas instaron al actual gobierno a “mover las políticas migratorias de la hornilla trasera donde permanecen retenidas y emprender acciones contundentes”.
En torno a este encuentro, voceros afirmaron haber vislumbrado “un claro deseo de hallar y trazar una ruta hacia una reforma migratoria”, aunque reconocieron haberse retirado con “pocos compromisos tangibles”. Así lo dejó saber Yaritza Méndez, co-directora organizativa de Make the Road, subrayando que “en efecto, las promesas del gobierno sobre una reforma migratoria siguen en la mesa, pero falta concretar cuáles serían los ‘siguientes pasos’”.
Durante el encuentro, los activistas advirtieron que el actual clima político vivido en el país, signado por una preocupante inflación, decisiones adversas en distintas cortes estatales y una mayoría demócrata en el Congreso, francamente amenazada con disminuir, “ha empeorado” cualquier posibilidad de avance en el tema de reforma migratoria.
Además, los voceros de la agrupación subrayaron la necesidad de otorgar soluciones permanentes y no provisorias a los inmigrantes con estatus irregular. Por supuesto se refieren a acciones como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (la célebre DACA) que, a pesar de brindar protección en el presente, termina no concretando el esperado y natural paso del otorgamiento de residencia/ciudadanía para quienes la adoptaron.
“Nuestros asociados esperan pacientemente por algún alivio migratorio”, expresaron dirigentes de Make the Road, “pero conscientes de que el tiempo se va agotando. Y la Casa Blanca, por su parte, se ha mantenido en silencio respecto a cualquier avance sobre la legislación de inmigración”.
De hecho, voceros de la Casa Blanca no comentaron sobre esta reunión.
“Mayorkas, haz tu trabajo”
Tal consigna fue el pedido que hicieron miembros de la agrupación Voces de la Frontera frente a la residencia del Secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, frustrados frente a los devaneos de la administración Biden ante el tema migratorio; específicamente, al darle largas a la decisión de derogar el programa 287g, a pesar de las promesas.
“Biden y Mayorkas no han cumplido su promesa de acabar con este programa racista y xenófobo. Como administración que supuestamente se levanta contra la supremacía blanca y el racismo, deben demostrarlo acabando con el programa 287g”, dijo Christine Neumann-Ortiz, directora ejecutiva de la organización.
Como se sabe, esta ley, heredada de la administración Trump, permite la detención y deportación de personas indocumentadas en base al fenotipo latino promedio. Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) con poca o ninguna orientación a la hora de identificar a los inmigrantes, contribuyen a la deportación de personas sin antecedentes penales, muchas de las cuales son el único sostén de sus hogares.
Mientras los protestantes pacíficos portaban un cartel con la leyenda “Basta del terror de la policía migratoria” y coreaban “Mayorkas, escucha, estamos en la lucha” (consigna voceada en español), las cámaras captaron a efectivos de seguridad repeliendo la manifestación, mientras decían “esto es propiedad privada, amigo (buddy)”.
Y no es para menos la indignación de esta agrupación en particular, toda vez que durante las elecciones de 2020 la entonces candidata Kamala Harris se reunió a puerta cerrada con Voces de la Frontera, presumiblemente con la intención de discutir acciones tocantes al tema migratorio. Tras esta reunión, Neumann-Ortiz expresó en una declaración escrita su confianza en las políticas de la administración Biden en materia de reforma migratoria, protección laboral y el acceso a pruebas de COVID-19.
Sin embargo, cuando han transcurrido cerca de dos años de aquel encuentro, otro es el tono de la activista que ahora reclama al gobierno una respuesta contundente, sobre todo después que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos (SCOTUS, por sus siglas en inglés) dijera no a la intención de la Casa Blanca de priorizar la deportación de personas que representen un riesgo mayor de seguridad pública.
“Once millones de personas, incluyendo niños, corren riesgo de deportación y separación de sus familias. Como inmigrante, latino e hijo de sobrevivientes del Holocausto nazi, Mayorkas debería estar en contra de cualquier política que someta a familias enteras a vivir bajo terror. Si este es un país libre, pruébenlo: ¡Deroguen la Ley 287g ya!”, exigió Neumann-Ortiz.
