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Maxi Benbassat- Con 28 votos a favor y 18 en contra, la semana pasada el Senado de Carolina del Norte aprobó, con solo una enmienda, la controvertida “Ley de Derechos de los Padres en la Educación” o “Don’t say gay bill”, como la califican sus detractores.
Para llegar a ser ley, el proyecto tendrá que volver a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y ser firmado por el gobernador demócrata Roy Cooper. Si el mandatario estatal lo veta, se necesitarán dos tercios de los votos en ambas cámaras para aprobarlo.
La iniciativa legal exige a los maestros notificar a los padres si su hijo pide usar un nombre o pronombre diferente y prohíbe la “instrucción sobre orientación sexual o identidad de género” en los planes de estudio del jardín de infancia hasta el tercer grado.
Asimismo, pide a las escuelas la aprobación de los padres, antes de que los estudiantes reciban asesoría u otro tipo de atención médica que no sea de emergencia. También contempla disposiciones que permiten a los padres más acceso a los libros de texto de sus hijos y los planes de estudio. Además establece que si las escuelas no cooperan, o si rompen las reglas, estos tendrían la potestad de presentar una demanda.
Casi 240 proyectos de ley anti-LGBTQ+ han sido presentados en 2022 hasta ahora. El número anual de disposiciones legales de este tipo se ha disparado en los últimos años. Por ejemplo en 2018 sólo se presentaron 41 propuestas sobre estos temas.
El proyecto de ley ha desatado las críticas de defensores y líderes LGBTQ+ de Carolina del Norte quienes, además, han expresado su descontento por el hecho de que la Cámara Alta sometiera a votación este proyecto de ley, conocido formalmente como HB755, justo el miércoles 1 de junio cuando la comunidad celebra el primer día del Mes del Orgullo.
En este sentido, el presidente de la Junta Directiva de la organización Charlotte Pride, Clark Simon, publicó una declaración condenando la propuesta legislativa. “Si se aprueba esta legislación, tendría un impacto drástico y negativo en la capacidad de los jóvenes para desarrollar todo su potencial en un entorno de aprendizaje seguro y acogedor”, dijo Simon. También los demócratas LGBTQ+ del condado de Mecklenburg publicaron una declaración similar.
Los riesgos
Según Rachel Leland Levine, secretaria adjunta de Sanidad de los Estados Unidos, los proyectos de ley estatales anti-LGBTQ+ son preocupantes y peligrosos sobre todo para los jóvenes trans. “Los jóvenes trans, en particular, están siendo acosados en público y conducidos a la muerte por desesperación a un ritmo alarmante. El 52% de todos los jóvenes trans y no binarios de Estados Unidos contemplaron seriamente la posibilidad de suicidarse en 2020”, dijo a los medios la pediatra, almirante cuatro estrellas, y una de las pocas funcionarias gubernamentales abiertamente transgénero del país.
También una encuesta realizada el año pasado por The Trevor Project (organización dedicada a la prevención del suicidio de jóvenes LGBTQ+ e intervención en crisis) reveló que el 42% de los casi 35.000 jóvenes LGBTQ+ encuestados -y más de la mitad de los jóvenes trans y no binarios- habían considerado seriamente el suicidio. Por otra parte, dos tercios de los jóvenes LGBTQ+ afirmaron que los debates sobre legislación anti trans han tenido un impacto negativo en su salud mental.
Por su parte, Chase Strangio, subdirector de justicia transgénero en el Proyecto LGBT y VIH de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), instó a reflexionar sobre lo que está ocurriendo especialmente en el contexto de la atención sanitaria. “Lo que estamos viendo es que el Estado tiene la autoridad para declarar tan indeseable a una población de personas, que la atención médica que necesitan para sobrevivir se convierte en un delito”, dijo.
Según un estudio de la Academia Americana de Pediatría, citado por el medio WECT afiliado a la NBC, los niños y adolescentes LGBTQ+ se ven afectados negativamente por tratar de suprimir su identidad y por el miedo a ser descubiertos y las personas LGBTQ+ tienen un menor riesgo de suicidio cuando cuentan con el apoyo de sus amigos y familiares.
Las voces
En una declaración al medio WCNC Charlotte, el gobernador Roy Cooper manifestó su oposición a la medida. “Las escuelas agradecen que existan padres participativos y necesitamos aún más padres trabajando junto a los maestros para educar a nuestros hijos.
Sin embargo, continuó el mandatario, “lo último que necesita nuestro estado es otra estratagema política republicana como el Bathroom Bill (legislación o estatuto que obliga a las personas transgénero a usar los baños públicos que se corresponden con el sexo que figura en su certificado de nacimiento) que perjudicó a nuestra gente y nos costó puestos de trabajo, así que mantengamos las guerras culturales de Don´t say gay fuera de las aulas de Carolina del Norte”.
Además, la organización Freedom for all Americans anunció que más de 200 grandes empresas se han unido para oponerse a la ola de leyes anti-LGBTQ+, muchas de las cuales perjudican específicamente a los jóvenes transgénero, en estados de todo el país. La lista de firmantes se ha cuadruplicado.
Esta “Declaración empresarial nacional contra la legislación estatal anti-LGBTQ+”, firmada por empresas entre las que se incluyen Amazon, Apple, Mattel Inc, BayerUS LLC, Converse Inc. y Google entre otras, establece un firme apoyo del sector a la diversidad y la inclusión. “Queremos que todos los que trabajan para nosotros o hacen negocios con nosotros se sientan incluidos y acogidos por su verdadero y auténtico yo. La equidad, la igualdad de trato y las oportunidades son fundamentales para nuestros valores corporativos porque nos preocupamos por nuestros empleados y los clientes a los que servimos”.
“Las prácticas empresariales inclusivas conducen a empleados más productivos y comprometidos, a una mayor satisfacción de los clientes y, en última instancia, a una mayor competitividad y rendimiento financiero”, agrega el documento.
Los republicanos se han defendido asegurando que el HB755 intenta destacar la importancia de la participación de los padres en la educación. En este sentido, la senadora republicana Deanna Ballardley, estima que el proyecto de ley afirma los derechos de los padres a la salud, la privacidad y la seguridad de sus hijos.
Según el Presidente Pro Tempore del Senado de Carolina del Norte Phil Berger, una encuesta de Cygnal a posibles electores en las elecciones generales del estado, realizada el 21 y 22 de mayo de 2022, arrojó que el 57% de los votantes apoyan el HB755. Cabe destacar que la encuesta hace la pregunta sin mencionar los detalles del proyecto de ley.
Un récord desafortunado
Este 2022 se perfila como un año récord en legislaciones anti-LGBTQ+, con cientos de proyectos de ley presentados en este sentido. La legislatura de Kentucky aprobó un instrumento legal que prohíbe a las niñas transgénero participar en deportes femeninos, anulando el veto del gobernador.
También el primer mandatario de Alabama firmó un proyecto de ley que penaliza la atención médica de afirmación de género para los jóvenes trans. Esa ley lo convierte en un delito grave, punible con hasta 10 años de prisión.
En Texas el gobernador republicano emitió una directriz que contempla investigar a los padres que procuran “procedimientos de transición de género” para sus hijos e insta a la comunidad a denunciar a quienes consideren sospechosos de haber ayudado a un niño a recibir atención sanitaria de afirmación de género.
En marzo, el gobernador de Florida Ron DeSantis firmó un proyecto de ley estatal que prohíbe a los maestros de escuelas públicas impartir clases sobre orientación sexual o identidad de género a los estudiantes de kindergarten hasta tercer grado “o de una manera que no sea apropiada para la edad o para el desarrollo de los estudiantes de acuerdo con los estándares estatales”.
“Nos aseguraremos de que los padres puedan enviar a sus hijos a la escuela para recibir una educación, no un adoctrinamiento”, dijo DeSantis en la firma del proyecto de ley.
Alrededor de la mitad de estas medidas están dirigidas a los estudiantes transgénero, como lo es el caso de dos proyectos de ley aprobados por la Legislatura de Arizona y de uno de los tres proyectos de ley anti-LGBTQ+ aprobado por senadores de Oklahoma.
Según analistas, con las elecciones de mitad de período en puertas, los líderes republicanos ven en la instigación de los sentimientos homofóbicos y antitransgénero una forma de ayudar a su partido a lograr el control del Congreso en las elecciones de noviembre.
También sostienen que muchos de los proyectos de ley que se están estudiando en todo el país tienen pocas posibilidades de convertirse en ley, o han sufrido reveses, dentro de las filas del Partido Republicano, por ser tan extremos. Por ejemplo, la directriz promovida por el gobernador Abbott, en Texas, ha sido bloqueada temporalmente por un tribunal de apelación estatal.
Y el mes pasado, un senador republicano del estado de Arizona rompió con su partido, bloqueando la legislación que habría prohibido la atención de afirmación de género para los jóvenes transgénero.
También en Utah, el gobernador republicano Spencer Cox vetó la legislación aprobada por la Asamblea Legislativa que prohibiría a los estudiantes-atletas transgénero competir en deportes femeninos. Su argumento fue que eligió la “bondad, la misericordia y la compasión” sobre la política.
Asimismo, los republicanos del Senado de Idaho bloquearon un proyecto de ley que habría tipificado como delito que los padres permitieran a sus hijos menores de edad recibir cuidados de afirmación de género.
Defensores del colectivo LGBTQ+ y expertos en política afirman que el aumento de los proyectos de ley estatales no se debe tanto al sentimiento público como a la presión de los grupos conservadores y religiosos.
En este sentido, según una encuesta del Public Religion Research Institute (PRRI, por sus siglas en inglés) difundida por NBC News, el apoyo a los derechos LGBTQ+ y a las políticas que prohíben la discriminación contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer también ha aumentado. Casi 8 de cada 10 estadounidenses o el 79%, apoyan las leyes que protegen a las personas LGBTQ+ de la discriminación.
