Leah Carlson- Estamos en la recta final de las elecciones de medio término del 8 de noviembre lo que abre un espacio propicio para examinar las razones por las que ejercer el derecho al voto es un primer paso para comprometernos con nuestra comunidad y luchar por mejorar lo que nos molesta.
Según expertos, los estadounidenses consumen noticias las 24 horas del día y como resultado tienen opiniones firmes e informadas sobre los acontecimientos actuales. Pero no es lo mismo estar informado que estar comprometido, la mayoría sólo nos manifestamos y opinamos en las RRSS o en debates persona a persona, en contadas ocasiones salimos a la calle a manifestar nuestro descontento, menos aún nos organizamos o participamos regularmente en actividades que signifiquen una mejora para nuestro entorno.
Los medios de comunicación nos dan la sensación de que estamos participando, cuando en realidad solo nos permiten manifestar lo que pensamos, sin comprometernos con ninguno de los procesos o activismo concreto que podrían hacernos verdaderamente poderosos. Ser empáticos no es lo mismo que construir poder.
Según la organización no partidista sin fines de lucro The Advocacy Alliance Center Of Texas (AACT, por sus siglas en inglés) el poder está en los números y aumentar el número de personas que votan en cada elección significa una mejor representación, más fondos para nuestras comunidades y una mejor calidad de vida.
Para esta organización tomar un papel activo y salir a votar contribuye a la asignación de dinero federal para nuestras regiones, ayuda a decidir cómo se gastarán los impuestos, afecta las políticas laborales la atención sanitaria y la Seguridad Social; podría contribuir a mejorar la educación de nuestros hijos, la seguridad pública y hasta las vías de tu región. Por último, pero no menos importante, personas han muerto defendiendo este derecho.
En Carolina del Norte la media estatal de participación electoral ha venido creciendo. En 2012 y 2008, fue del 68% y del 70%, respectivamente, en 2016 la participación fue del 69% y en 2020 fue del 75,26%. Sin embargo, para que esta tendencia continúe y se fortalezca es necesario conocer la importancia de ejercer el derecho al voto.
Según el Censo 2020, aproximadamente una de cada cinco personas en Estados Unidos es latina y en Carolina del Norte esta comunidad ha sostenido un franco crecimiento durante las tres últimas décadas, con al menos 10% de los habitantes del estado que se identifican como hispanos.
Además, según informes, es casi dos veces más probable que las comunidades negras y latinas participen en política en sus comunidades, concretamente mediante el voluntariado o la organización. Gran parte de esta actividad se lleva a cabo a largo plazo, fuera del ciclo electoral de cuatro años y fuera del ciclo de noticias siempre cambiante.
Este contexto representa un reto para los latinos en términos de voto y organización pues para que las demandas se concreten es necesario que todos y cada uno de nosotros salgamos a votar en apoyo al trabajo continuo y sostenido de las organizaciones del condado de Alamance que, quizá por primera vez en la historia, han contribuido a que se presenten candidatos fuera de la estructura de poder establecida y que pueden representar realmente las necesidades de la clase trabajadora.
El voto masivo es una realidad que no puede ser soslayada por los gobernantes, pero acudir a las urnas electorales es sólo un primer y vital paso. Para hacer sentir un impacto en nuestros condados, tenemos que trabajar con la gente que elegimos para construir poder y organizar.