Foto: JD Lasica
Alexis Quintar – Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha anunciado un cambio radical en su política de verificación de datos, una decisión que llama la atención, ya que fue tomada en un contexto político marcado por el regreso de Donald J. Trump a la presidencia, una figura que ha influido significativamente en las decisiones recientes de la empresa fundada por Mark Zuckerberg. El gigante tecnológico que maneja las redes sociales más importantes del mundo confirmó el fin de su programa de verificación con terceros, marcando una nueva era en su enfoque hacia la moderación de contenido y alineándose con la promesa de priorizar la libertad de expresión en sus plataformas.
Mediante un video donde anunciaba los cambios, Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta, manifestó: “Es hora de volver a nuestras raíces en torno a la libertad de expresión. Ha llegado a un punto en el que hay demasiados errores y demasiada censura”. Zuckerberg admitió que, como resultado de la decisión, habría más “cosas malas” en las plataformas. “La realidad es que se trata de una compensación. Significa que vamos a detectar menos cosas malas, pero también reduciremos la cantidad de publicaciones y cuentas de personas inocentes que eliminamos accidentalmente”, explicó el empresario estadounidense. Aunque reconoció que esta decisión podría aumentar la propagación de información falsa en sus plataformas, señaló que también reduciría la eliminación accidental de publicaciones y cuentas de usuarios inocentes.
Un cambio estratégico hacia la libertad de expresión
Meta también adoptó un modelo similar al programa Community Notes, implementado en X (antes Twitter) red social que está bajo la dirección de Elon Musk. Este sistema delega la responsabilidad de la verificación en los usuarios, fomentando un enfoque de moderación más comunitario, decisiones que fueron tomadas tras la victoria de Trump. En noviembre, Zuckerberg cenó con Trump en Mar-a-Lago, y poco después, Meta donó un millón de dólares para apoyar la ceremonia de investidura presidencial y como si esto fuera poco Joel Kaplan, un alto ejecutivo cercano al Partido Republicano, fue ascendido al más alto cargo de políticas en la empresa.
Kaplan le brindó un reportaje a “Fox & Friends”, donde declaró que en el programa de verificación de datos de Meta había demasiado sesgo político. En este sentido, Kaplan aseveró: “No hay duda de que las cosas que suceden en Meta provienen de Mark”. Además, el ejecutivo de mayor rango de Meta sumó: “Creo que Elon ha jugado un papel increíblemente importante en mover el debate y hacer que la gente vuelva a centrarse en la libertad de expresión”.
Recordemos que Elon Musk, director de X y SpaceX, también desempeñó un papel clave en influir en la estrategia de Meta, ya que, desde su adquisición de X en 2022, el magnate ha liderado una cruzada por la libertad de expresión en línea. Todo indicaría que Zuckerberg se inspiró en el enfoque de Musk, por ello anunció que Meta trasladaría sus operaciones de confianza y moderación de contenido de California a Texas, argumentando que esto permitiría a la empresa operar en un entorno menos sesgado. En este contexto, Kaplan señaló en “Fox & Friends”: “Este es un punto de inflexión cultural. El enfoque de Meta refleja los valores fundamentales sobre los que se fundó la empresa”.
Impacto interno en Meta
Para sorpresa de muchos, esta decisión dividió a los empleados de Meta, puesto que algunos celebraron la decisión como un retorno a los valores fundacionales de la empresa, mientras que otros expresaron su preocupación por las implicaciones éticas y laborales. Los intentos de debatir estos cambios en los foros internos fueron censurados por recursos humanos, aludiendo que infringían una política de la empresa sobre la participación comunitaria.
Críticas y preocupaciones
La decisión de Meta ha generado reacciones en varias organizaciones como Accountable Tech, los cuales expresaron su preocupación por las posibles consecuencias de esta medida. Nicole Gill, fundadora y directora ejecutiva de la organización de vigilancia digital Accountable Tech, expresó: “Zuckerberg está reabriendo las compuertas a la misma oleada de odio, desinformación y teorías conspirativas que causó el 6 de enero, y que sigue impulsando la violencia en el mundo real”.
Varios estudios han demostrado que el programa de verificación de datos de Meta redujo significativamente la creencia en información falsa y limitó su propagación. No obstante, aliados conservadores de Trump celebraron el cambio, como fue el caso de Rand Paul, senador republicano de Kentucky, quien mediante una publicación en X calificó la decisión como: “Una gran victoria para la libertad de expresión”. Sin embargo, otros republicanos, como la senadora Marsha Blackburn, se mostraron más desconfiados, describiendo el cambio como: “Una artimaña para evitar regulaciones”.
El futuro de Meta y la moderación de contenido
La decisión de Meta también representa una ruptura con el enfoque que adoptó tras la elección presidencial de 2016, cuando enfrentó duras críticas por su incapacidad para controlar la desinformación. Por aquellos años, la empresa colaboró con organizaciones externas como The Associated Press y Snopes, e invirtió miles de millones de dólares en moderación de contenido. Sin embargo, Zuckerberg no se mostró muy feliz con los resultados, ya que afirmó que la empresa no debía actuar como “árbitro de la libertad de expresión”. Por ello, este cambio marca una nueva etapa en la que Meta prioriza el discurso abierto y minimiza su papel en la moderación activa.
Con el retorno de Trump al poder y una influencia cada vez mayor de figuras como Elon Musk, Meta se enfrenta a un panorama político y cultural que pone a prueba sus valores y estrategias. Más allá de que este enfoque cambie por completo el mundo de las redes sociales, esta nueva medida de Meta plantea interrogantes sobre las consecuencias sociales y políticas de su desregulación.