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Fondo de ayuda escolar 2022 puede llegar a mil 700 millones de dólares con su voto

Foto: Archivo

Francisco Machalskys- Acorde a una investigación independiente financiada en 2019 por la Junta de Comisionados y la Junta Escolar del condado de Guilford, buena parte de los planteles a los que asisten nuestros hijos para recibir educación presentan condiciones físicas cercanas al colapso. De hecho, el estudio reveló que, en promedio, las escuelas y liceos del condado se construyeron hace 50 años, y la mitad de estas instalaciones han sido calificadas como de precaria e insatisfactoria condición.

En este sentido, las instalaciones escolares del condado de Guilford actualmente requieren más de 2 billones de dólares, esto incluye más de $800 millones en gastos de mantenimiento postergado. Históricamente el condado ha recibido  de los fondos operativos menos de 0,5 dólares por pie cuadrado al año para su mantenimiento, esto para un área de 12,5 millones de pies cuadrados de instalaciones (incluidas 126 escuelas, 300 edificaciones y cerca de 3 mil acres de terreno).

En este contexto, la Junta de Comisionados acordó en noviembre de 2021 iniciar el proceso necesario para la solicitud de un fondo de ayuda gubernamental que permitiera acometer las rehabilitaciones necesarias. El monto sugerido fue de mil 700 millones de dólares, y su puesta en marcha sería decidida por los electores de Guilford en los próximos comicios regionales. Esta cifra es tres veces la cantidad aprobada por el voto de los electores en 2008, y se suma al bono de ayuda escolar 2020 consensuado por votación popular, de 300 millones de dólares.

En este acuerdo, de carácter unánime, los comisionados ordenaron que la posibilidad de votar a favor o en contra de este fondo de ayuda escolar 2022 apareciera en las boletas electorales, como en efecto se presenta en los comicios que comenzaron el pasado 28 de marzo con la primera etapa de votación, vía correo regular, seguida por una ronda de “votaciones iniciales” entre el 28 de abril y el 14 de mayo, para finalizar con la elección del 17 de mayo.

Cabe destacar que, las boletas electorales incluyen la propuesta de un mínimo aumento (0.25% o la fracción de un centavo) en la tasa del impuesto sobre ventas y uso, excluyendo los alimentos, la gasolina y los medicamentos recetados. El costo del reembolso del fondo se repartirá no sólo entre propietarios, sino que también incluirá a los visitantes del condado. 

Este impuesto es una opción financiera que ayuda a evitar el incremento de los impuestos sobre la propiedad. Según lo estimado, el impacto equivaldría a cinco centavos por cada $20 gastados en la mayoría de los bienes y servicios en el condado de Guilford.

Así, de esos mil 700 millones de dólares (si el fondo es aprobado, claro está) se invertirían 365 millones en aditamentos de seguridad crítica y actualización tecnológica de los planteles del distrito escolar, al tiempo que se construirían tres nuevas escuelas, se rehabilitarían otras 18, y se renovarían otras 13, mientras se completan trabajos generales en la reparación de techos, aires acondicionados y plomería de gran parte de las edificaciones educativas.

Cabe recordar que en 2020 la Junta de Comisionados de Guilford, de mayoría republicana, recibió fuertes críticas de quienes apoyaban que las escuelas recibieran la ayuda necesitada, por “sólo” haber aprobado 300 millones para la consideración de los votantes.

A esas críticas respondió en su momento Justin Conrad, máximo representante de esta instancia legislativa, asegurando que dicha suma fue consensuada en un clima de inestabilidad económica coincidente además con el inicio y auge de la pandemia causada por el COVID-19, pero que la Junta sesionaría nuevamente con la idea de actualizar la suma de este fondo en el futuro.

Y ese futuro se hizo presente con el comienzo de estas primarias donde los habitantes podrán decidir si respaldan o no el fondo de ayuda escolar 2022. Finalmente, la moción, aprobada en noviembre por la Junta de Comisionados, en apoyo a la Junta Escolar y en reconocimiento a las necesidades que presentan las instalaciones educativas fue una suerte de carta de intención cuyas promesas se concretan hoy y ahora la decisión queda en manos de los votantes. 

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