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Leah Carlson- Los latinos representan cerca del 19 por ciento de la población estadounidense, lo que los convierte en la minoría más grande del país y, según un informe publicado por el canal de noticias económicas CNBC, su impacto en la economía es tan grande que si la comunidad latina fuera un país independiente, su PIB ocuparía el quinto lugar en el mundo, por delante del Reino Unido, India y Francia.
A pesar de estos datos y los avances en la lucha por la igualdad, históricamente en Estados Unidos los latinos han enfrentado y continúan enfrentando problemas y discriminación en aspectos como la inmigración, la educación, la atención médica, la vivienda y los derechos de votación.
Por citar sólo un ejemplo, la Asamblea General de Carolina del Norte, encabezada por los republicanos del Senado y la Cámara de Representantes del estado, aprobó en pleno 2024 el proyecto de ley HB10 considerado antiinmigrante por defensores y activistas.
El controversial proyecto de ley contempla que los alguaciles de Carolina del Norte mantengan en custodia a las personas identificadas como inmigrantes indocumentados, independientemente de la falta cometida, para que el ICE las recoja e inicie un proceso migratorio. Una vez en custodia del ICE, sin importar el motivo que la llevó a prisión, las personas son trasladadas a un centro de detención donde ya no se defienden de los cargos por los que fueron apresados, sino de la deportación.
Es por ello que, según un artículo publicado por el mayor complejo de museos y centros de educación e investigación del mundo, el Instituto Smithsonian, el activismo y el liderazgo constantes de los defensores de los derechos humanos, tanto actuales como del pasado, son fundamentales para la lucha por la igualdad. El artículo fue difundido en el sitio en línea del Museo Nacional del Latino Estadounidense, una iniciativa que construye el Smithsonian para reconocer el aporte de la comunidad latina.
La publicación destaca la importancia de las rebeliones, el heroísmo y la resiliencia de los pueblos indígenas y africanos que se vieron forzados a vivir bajo las injusticias del control colonial a partir del siglo XV y que inspiraron muchas de las luchas por los derechos civiles que comenzaron en el siglo XX.
“El movimiento por los derechos civiles latinos creció durante el siglo XX, a menudo en paralelo con otros movimientos, como el de los derechos civiles afroamericanos. El movimiento, inspirado en otros activistas e hitos importantes (como la fundación de la Liga de Ciudadanos Estadounidenses Latinos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés) en 1929, creció durante la década de 1960 con el aumento de las organizaciones de base y la energía de muchos activistas jóvenes”, se lee en la publicación.
También cita el Movimiento chicano por los derechos civiles de la década de los 60 que unió a muchos grupos de personas para promover la justicia social, con algunos líderes emblemáticos como César Chávez y Dolores Huerta, dos de las voces más importantes en la lucha por mejoras salariales y de las condiciones laborales de las latinas y los latinos en Estados Unidos.
Las organizaciones
Según la publicación, el movimiento de derechos civiles latinos ha dado lugar a organizaciones de defensa que han contribuido a la búsqueda de la igualdad y que han forjado el panorama de los derechos civiles en Estados Unidos.
Una de ellas, la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), citada en los párrafos precedentes, es una de las organizaciones latinas por los derechos civiles más antiguas de Estados Unidos fundada en 1929 en Corpus Christi, Texas.
Otra de las organizaciones sin fines de lucro de defensa de los latinos más grande de Estados Unidos es el Consejo Nacional de la Raza, fundado en 1968 y hoy en día conocido como UnidosUS. También fundado en 1968, el Fondo Educativo y de Defensa Legal Mexicoestadounidense (MALDEF, por sus siglas en inglés) es uno de los grupos latinos líderes en defensa legal que aboga por las prácticas equitativas a nivel local, estatal y federal.
Por su parte, el Fondo Educativo y de Defensa Legal Puertorriqueño, ahora llamado LatinoJustice PRLDEF que se fundó en 1972 y trabaja para crear una sociedad más justa y equitativa, es otra de estas organizaciones mencionadas en la nota del Museo Nacional del Latino Estadounidense.
Carolina del Norte
En Carolina del Norte, en el ámbito estatal y local, también funcionan organizaciones sin fines de lucro que luchan para defender a la comunidad latina. Algunas de ellas son:
Racial Equity Institute se centra en ayudar a los líderes y a las organizaciones que desean comprender y abordar proactivamente el racismo, tanto en su organización como en la comunidad en la que trabajan. Se trata de un proceso que dura de 18 meses a dos años, aseguran en su sitio en línea.
“Nuestra experiencia es que los objetivos de comprender y abordar el racismo rara vez pueden alcanzarse en un taller de tres horas o un día. El racismo es una fuerza feroz, siempre presente y desafiante, que ha estructurado el pensamiento, el comportamiento y las acciones de individuos e instituciones desde el principio de la historia de Estados Unidos”, puntualizan.
Una de sus iniciativas, el taller Desafíos Latinos, dirigida a quienes viven o trabajan con comunidades latinas y están interesadas en acabar con las disparidades raciales en las instituciones y trabajar juntos por la justicia social, invita a los participantes a realizar un análisis crítico de cómo el racismo desempodera a los latinos, obstaculizando tanto el bienestar individual como el desarrollo de la comunidad.
También la organización Siembra NC que, según su sitio en línea, nació en el 2017 en respuesta a la guerra de Trump en contra de los inmigrantes y a la falta de ayuda y recursos para la comunidad Latina en Carolina del Norte, está enfocada en “defender a nuestras comunidades de empleadores y arrendadores abusivos, ICE, y políticos indiferentes”.
Entre sus victorias se cuentan el logro del Bono de desplazamiento de la comunidad por parte de la ciudad de Greensboro que entregó doscientos mil dólares a arrendatarios latinos que fueron desplazados. También, su comité de Derechos Laborales está trabajando para recuperar dinero de docenas de trabajadores. En el 2023 recuperó más de $30.000.
Otra organización dedicada a servir a los inmigrantes y refugiados de Greensboro NC, es FaithAction International con programas e iniciativas destinados a empoderar a las comunidades de inmigrantes. Uno de estos programas es su Centro de Asistencia al Inmigrante que sirve y acompaña cada año a más de 3.000 nuevos inmigrantes, refugiados y sus familias de más de 60 naciones.
Su emblemático Programa y Red FaithAction ID durante los últimos 8 años ha proporcionado más de 30.000 tarjetas de identificación a personas que actualmente no tienen acceso a formas de identificación emitidas por el gobierno, incluidos los nuevos inmigrantes y refugiados, personas sin hogar y ancianos, los que acaban de regresar de la cárcel, y otros.
Asimismo, la organización El Pueblo trabaja junto a los miembros de la comunidad latina para desarrollar habilidades de liderazgo que permitan abogar por las familias y las comunidades sobre aspectos políticos locales y estatales. “A través del desarrollo de liderazgo, abogacía, comprensión de los medios, programación cultural y compromiso cívico, El Pueblo trabaja junto a jóvenes y adultxs en nuestra comunidad para construir nuestra fuerza colectiva”, se lee en su sitio en línea.
Digno de destacar es su evento La Fiesta del Pueblo a través del cual fomentan la comprensión multicultural, la apreciación de la diversidad de la cultura latinoamericana para una audiencia grande y diversa en el triángulo.
Las luchas por la igualdad han sido emblemáticas, desde el combate contra la segregación en las escuelas hasta la participación en huelgas y boicots y el reclamo por mejoras en las condiciones de vida y de trabajo. Sin embargo, esta lucha sigue, por ello la labor de las organizaciones activistas en pro de los latinos sigue siendo fundamental para combatir la desigualdad.