Leah Carlson- Durante la novena edición de su evento anual “Eggs & Issues” la organización Public School Forum de Carolina del Norte dio a conocer lo que considera deberían ser las prioridades en la toma de decisiones sobre política educativa del 2023. Más de 400 educadores, legisladores y defensores de la escuela pública asistieron a la cita.
Entre los principales temas se destacó la necesidad urgente de garantizar una remuneración justa y competitiva para los educadores. En este sentido, según un reporte del medio NC Policy Watch, Lauren Fox, directora senior de Política de la organización en pro de la educación, instó a los legisladores a dar el “audaz” paso de aumentar el sueldo de los profesores en un 24,5% para equipararse a lo que ganan “sus homólogos con formación similar” en otros sectores.
“Estas recomendaciones pueden parecer atrevidas, pero los aumentos salariales que pedimos no son extravagantes y tenemos que recordarlo”, puntualizó Fox.
Según el reporte de NC Policy Watch, las cifras ponen de manifiesto las dificultades para retener y contratar profesores en las escuelas públicas de Carolina del Norte y es que el estado ocupa el puesto 38 en cuanto a salario de los docentes con un promedio anual de 53.458 dólares.
El salario de los educadores de primer año es de 37.000 dólares, muy por debajo del ingreso mínimo vital de Carolina del Norte, de 48.346 dólares para una familia de un adulto y un niño, agrega el documento.
Otro de los asuntos alarmantes relacionado con los bajos sueldos es la escasez de docentes. De hecho, Carolina del Norte empezó el año con 4.400 profesores menos de lo que necesita.
Andrew Houlihan, superintendente de las escuelas del condado de Union citado por NC Policy Watch, opina que la retribución de los profesores y unas condiciones de trabajo poco ideales se han convertido en un obstáculo importante para su contratación y retención desde la pandemia. El funcionario considera que el estado debería aumentar el salario base hasta un mínimo de 70.000 dólares anuales.
Según el reporte, la Comisión de Normas y Preparación Profesional de los Educadores de Carolina del Norte actualmente trabaja en la renovación de las estructuras salariales y de titulación de los profesores, “con la esperanza de resolver el problema de la escasez de docentes, alimentado por los bajos salarios y las duras condiciones de trabajo”.
Los planes contemplan una nueva estructura de compensaciones que sustituirá el sistema salarial estatal basado en la antigüedad, por otro que recompensará parcialmente a los profesores por el rendimiento de los alumnos en los exámenes estatales. Sus detractores sostienen que es un paso hacia un sistema de “remuneración por méritos” que hace demasiado hincapié en los resultados de los alumnos en los exámenes estandarizados.
Sin embargo, la superintendente de Instrucción Pública de Carolina del Norte Catherine Truitt, quien no asistió al “Eggs & Issues”, estimó que el nuevo plan ayudaría a atraer a más candidatos a la profesión, aumentaría los salarios y retendría a los profesores veteranos con la promesa de ascender y recibir una mayor remuneración.
Otro de los aspectos que, según el Public School Forum, debe ser atendido “de inmediato” por los legisladores es la baja financiación de las escuelas públicas de Carolina del Norte. El estado ocupa el puesto 48 en lo que a este tema respecta.
Sobre este aspecto, Mary Ann Wolf, presidenta y directora ejecutiva del Public School Forum, aseguró que cuando se ajustan las diferencias de costos regionales, el estado de Tar Heel queda de último en el esfuerzo de financiación de la escuela. “La clasificación de Carolina del Norte como el mejor estado del país para hacer negocios no concuerda con su posición al final de los estados (número 48) en gasto en escuelas públicas”, consideró Wolf.
La experta en políticas educativas aseguró que además de enorgullecerse por ser un estado favorable a las empresas, Carolina del Norte también pudiera hacerlo por su apoyo a la educación pública. “Podemos tener ambas cosas. De hecho, ambas van de la mano. Las comunidades prósperas atraen la inversión empresarial y las escuelas de alta calidad, bien financiadas y equitativas son necesarias para que las comunidades y las empresas prosperen”, subrayó Wolf.
Sin embargo, cabe mencionar que el senador republicano Phil Berger, presidente pro tempore del Senado, declaró recientemente que una mayor financiación no es la panacea para las escuelas públicas. “El éxito de la política educativa va más allá de alcanzar un objetivo arbitrario de financiación”, sostuvo.
Otros de los aspectos abordados en la cita “Eggs and Issues” del Public School Forum fueron: las causas profundas de las crisis de salud mental y seguridad escolar, la preparación de los estudiantes para el mundo en que viven y la aplicación, supervisión y evaluación del Plan Integral de Recuperación.
Este plan integral surgió a raíz del fallo del Tribunal Supremo de Carolina del Norte en el caso Leandro v. State que dictaminó que el estado no ha cumplido su obligación constitucional de proporcionar a todos los niños de Carolina del Norte una “educación sólida y básica” y requeriría que los legisladores asignen casi 6.000 millones de dólares en nuevos fondos para la educación antes de 2028.
Muchas de las prioridades legislativas del Foro, como la contratación de psicólogos escolares, consejeros y trabajadores sociales adecuados para abordar las crecientes preocupaciones de salud mental de los estudiantes, están contempladas en el plan.
Cabe resaltar que según el Child Fatality Task Force de 2019 a 2020, la tasa de suicidios juveniles aumentó un 50% en Carolina del Norte y aumentó en un 46% en los jóvenes con uno o más episodios depresivos mayores. En la actualidad, el promedio de personal especializado en salud mental por alumno está muy por debajo del recomendado, asegura el reporte de NC Policy Watch.
Según su sitio en línea, durante más de 30 años el Public School Forum de Carolina del Norte reúne a personas e instituciones de los sectores empresarial, educativo y gubernamental para estudiar cuestiones educativas, desarrollar ideas, buscar el consenso y, en última instancia, informar y dar forma a la política educativa.