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Toyota despierta la esperanza por nuevas plazas de trabajo en Greensboro

Foto: Archivo

Raquel García Núñez- El fabricante de automóviles Toyota Motor Corp anunció en octubre que planeaba invertir $3.4 mil millones en los Estados Unidos hasta 2030, incluido un plan para gastar $1.3 mil millones en una planta que emplearía a 1.750 personas. En su sitio web la empresa señala que para impulsar la localización de la producción de baterías, Toyota Motor North America establecerá una nueva compañía y construirá una planta de baterías automotrices junto con Toyota Tsusho en los EE. UU. 

Aunque hasta el cierre de esta nota la empresa japonesa no había confirmado el sitio donde construirá la planta de baterías, a mediados de noviembre Bloomberg, la compañía estadounidense de asesoría financiera, software, datos e información bursátil, adelantó que el lugar para desarrollar el proyecto sería el megasitio de Greensboro-Randolph.

Según fuentes que no fueron citadas por Bloomberg, por tratarse de una negociación de carácter privado, Toyota se asociaría con Panasonic Corp para montar la fábrica de baterías para autos eléctricos en el megasitio. Este lugar se desarrolló en 2011 y es una asociación entre el condado de Randolph, Greensboro y el ferrocarril de Carolina del Norte, propietario del área. 

La noticia no deja ser prometedora para Carolina del Norte y, especialmente, para Greensboro. Un proyecto de esta magnitud crearía muchos puestos de trabajo directos y atraería a otras empresas a desarrollar sus actividades en la zona. Pero además, borraría de la memoria de los promotores económicos estatales y locales de la Tríada el episodio ocurrido en 2018, cuando una asociación de Toyota y Mazda eligió al estado de Alabama en lugar de Carolina del Norte para desarrollar una planta automovilística. La fusión de Toyota-Mazda dejó a un lado en ese momento  un paquete de incentivos de 1.500 millones de dólares. 

Un proyecto como el que planea Toyota le daría un gran impulso a la economía de Greensboro y el estado. Un reporte estatal del Departamento de Comercio de Carolina del Norte señala que desde el comienzo de la recesión nacional en diciembre de 2007 hasta enero de 2020, Carolina del Norte había perdido 60.300 trabajos manufactureros. Aunque la recesión terminó oficialmente en junio de 2009, los trabajos de manufactura tocaron fondo en febrero de 2010. Desde entonces, el sector manufacturero experimentó un aumento de 47.800 puestos de trabajo. Hasta enero de 2020 la alimentación seguía siendo el grupo industrial líder de NC con 58.200 puestos de trabajo, seguido por la fabricación de productos químicos con 42.000.

Además, la abrupta irrupción del COVID-19 con las consecuentes restricciones sanitarias golpearon la economía del estado afectando a sus industrias, provocando la pérdida de plazas de trabajo, lo que ha obligado a muchas empresas a reinventar sus modelos de negocios para poder sobrevivir a la crisis.

Después de un 2020 devastador comienzan a verse algunos vestigios de mejoría en los datos de empleo. Según las últimas estadísticas publicadas por el  Departamento de Comercio de Carolina del Norte, en octubre la tasa de desempleo del estado (ajustada estacionalmente) fue de 4.1%, disminuyendo 0.2 puntos porcentuales de la tasa revisada de septiembre y la tasa de desempleo de NC en octubre de 2021 disminuyó 2.7 puntos porcentuales con respecto al año anterior. 

Las últimas cifras de desempleo local disponibles son de agosto; esa tasa mejoró desde julio en el área de Greensboro y sigue siendo más baja que al comienzo de la pandemia. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, la tasa de desempleo del condado de Guilford fue del 5.3% en agosto, por debajo del 5.5% en julio. Esto evidenció cierta mejora desde agosto de 2020, cuando la tasa de desempleo se situó en el 8,3 %. La tasa de desempleo de agosto en el condado de Guilford fue más alta que la tasa de Carolina del Norte de 4.45, según las últimas cifras locales.

Las principales industrias que experimentaron aumentos en el número de empleados en todo el estado –según el Departamento de Comercio de NC–  fueron los Servicios de ocio y hotelería con 12.800; Comercio, transporte y servicios públicos con 7.500; Servicios de educación y salud, 3.900; Fabricación, 3.700; Construcción, 2.200; Servicios profesionales y comerciales, 1.800; Otros servicios, 900 e Información, 200. Las principales industrias que experimentaron descensos fueron las actividades financieras (900); el sector Gobierno (800) y minería y explotación forestal (100).

Desde octubre de 2020, el total de empleos no agrícolas aumentó en 151.400, el sector privado total aumentó en 150.500 y el gobierno aumentó en 900. Las principales industrias que experimentaron aumentos fueron los servicios de ocio y hotelería (48,400); Servicios profesionales y comerciales (33.500); Fabricación, (21.400); Comercio, transporte y servicios públicos (18.900); Construcción (16.100); Información (5.600); Otros servicios (3.900); Actividades financieras (1.700); Servicios de Educación y Salud (1000); y Gobierno (900). El empleo en minería y explotación forestal se mantuvo sin cambios durante el año.

Apostando por el despertar económico de  NC

En este contexto, las empresas siguen considerando a Carolina del Norte como un estado atractivo para la inversión. En febrero de este año, la cadena de supermercados Publix comenzó las obras de su nuevo centro de distribución refrigerado de 940,000 pies cuadrados en Greensboro. Las instalaciones costarán entre $300 y $400 millones y se espera que estén terminadas a finales de 2022. Cuando comiencen a funcionar crearán 1.000 nuevos puestos de trabajo para el 2025. 

En agosto Carolina Ground Service Equipment (GSE), un proveedor global de equipos de apoyo terrestre de aviación, soluciones de aviónica y servicios de reparación, anunció sus planes para expandir tanto su mano de obra calificada como su centro de envío y distribución en New Bern, Carolina del Norte. La compañía se comprometió a crear 28 nuevas oportunidades de empleo calificado para su instalación ampliada a fin de respaldar su base de clientes global. Por esta razón buscarán técnicos de servicio capacitados, personal de inventario y envío, técnicos de servicio de campo y personal de tecnología de la información.

Toyota, esta vez sí

Algunos datos divulgados por un diario local parecen indicar que esta vez Carolina del Norte será el destino del nuevo proyecto de Toyota. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército presentó un aviso público en el que señala que la Greensboro-Randolph Megasite Foundation, promotor del megasitio, había solicitado un permiso para un movimiento de tierra en el lugar.  Se pidió la aprobación del Cuerpo de Ingenieros para “una instalación de fabricación, producción y ensamblaje de baterías para automóviles de aproximadamente 1.000 acres”. El aviso público dice que “el proyecto propuesto incluye mejoras de transporte y servicios públicos fuera del emplazamiento”. 

El gobernador del estado, Roy Cooper, firmó hace dos semanas  un proyecto de ley de presupuesto estatal que incluye hasta 320 millones de dólares en incentivos de desarrollo económico en caso de que un gran fabricante decida gastar más de 1.000 millones de dólares y contratar a más de 1.750 trabajadores en el megasitio ubicado al sur del condado de Guilford. La sección 11.19 del proyecto de ley especifica unos $135 millones este año fiscal para el desarrollo del sitio, $100 millones para mitigar los humedales y $35 millones para obras viales y más humedales. 

David Rhoades, director de comunicaciones para el Departamento de Comercio de Carolina del Norte, reconoció en un correo electrónico que efectivamente hay conversaciones con muchas empresas sobre las estrategias de ubicación y las ventajas que ofrece el estado para hacer negocios, pero los diálogos permanecerán  privados “hasta que la empresa haga un anuncio público de la decisión de su sitio”.

“Con respecto a la asignación estatal propuesta para el megasitio, nuestro departamento se comunica frecuentemente con los líderes de la Asamblea General para garantizar que Carolina del Norte se mantenga competitiva y en la mejor posición para atraer futuras oportunidades de inversión económica. Continuaremos trabajando con los líderes estatales para que Carolina del Norte pueda seguir siendo el mejor lugar para hacer negocios en la nación”, señaló Rhoades.

Pese a que el COVID-19 sigue teniendo consecuencias negativas en todo el mundo, y la nueva variante Omicron genera cautela en las empresas, estas intentan retomar las actividades comerciales y trabajar, en la medida de lo posible, en los proyectos que quedaron truncados por la pandemia, apostando así por el desarrollo del estado.

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