Alexis Quintar- Mientras el Gobierno de los Estados Unidos avanzaba en la construcción de su última sección de la barrera fronteriza, México envió un mensaje simbólico al colocar fragmentos del Muro de Berlín a poca distancia de este muro fronterizo en un área que incluye una plaza de toros y un faro, llegando hasta la costa del Pacífico. Este tramo de tres toneladas de concreto, con un peso de alrededor de 6,000 libras, ahora descansa en este lugar. Debajo de los fragmentos del Muro de Berlín, se encuentra una inscripción realizada por la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, la cual reza: “Que esto sea una enseñanza para construir una sociedad que derribe muros y construya puentes de solidaridad y entendimiento, buscando siempre el bien común, la justicia social, la libertad y el hermanamiento”. Para Caballero, así como para los dos millones de residentes de Tijuana, al otro lado de la frontera de San Diego, California, el muro con Estados Unidos tiene un significado tanto personal como político, y forma parte integral de la ciudad y de sus vidas.
La instalación de estos fragmentos del Muro de Berlín se realizó el 13 de agosto en una ceremonia a la que asistieron Caballero y Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores de México, quien también es uno de los candidatos para suceder a Andrés Manuel López Obrador en la presidencia del país. En aquel momento, la alcaldesa de Tijuana explicó por qué se instalaron en esa zona los recortes del Muro de Berlín. “¿Cuántas familias han derramado sangre, trabajo y sus vidas para atravesar el muro? El conflicto social y político es diferente al Muro de Berlín, pero al fin y al cabo es un muro. Y un muro es siempre una esfinge que dividió y ensangrentó a las naciones”, expresó Caballero.
Cabe mencionar que este fragmento de muro que dividía Alemania fue donado por el productor Marcos Cline-Márquez, quien trabajó con la organización alemana Die Offene Gesellschaft para traer la pieza a Estados Unidos. En este sentido, Cline-Márquez explicó la razón por la cual decidió colocar esta reliquia en Tijuana: “Siempre estuvo esta noción de que este muro tenía que pertenecer en algún lugar donde tuviera un impacto sobre la comunidad y, en la sombra del muro fronterizo que tenemos ahora. Desde un inicio ya sabíamos que la idea era poder tenerlo aquí en Tijuana”
El Muro de Berlín, que originalmente separaba la parte occidental de Berlín de la zona controlada por la Unión Soviética durante la Guerra Fría, fue construido para evitar que las personas huyeran desde el lado oriental hacia el occidental. Sin embargo, fue derribado en 1989 con la reunificación de Alemania, y sus fragmentos se han convertido en símbolos en todo el mundo, ubicados en parques, escuelas y otros sitios. Recordemos que el muro fronterizo atraviesa el Parque de la Amistad, inaugurado por la entonces primera dama Pat Nixon en 1971 como símbolo de los vínculos entre ambos países. En los últimos 15 años, Estados Unidos ha restringido gradualmente el acceso desde San Diego a un parque estatal que alguna vez albergó clases de yoga, misas y festivales. El presidente estadounidense, Joe Biden, emitió una orden ejecutiva en su primer día en la Casa Blanca en enero de 2021 para detener la construcción del muro fronterizo, poniendo fin a los esfuerzos de su predecesor, Donald Trump.
Sin embargo, el gobierno de Biden ha continuado con proyectos más pequeños que ya tenían contratos, incluyendo el reemplazo de un tramo de 18 pies de alto en San Diego por una barrera de 30 pies y una extensión de más de media milla hasta el océano Pacífico. El presidente de los Estados Unidos ha accedido a mantener un tramo del muro a una altura de 18 pies en una sección pequeña, permitiendo cierto acceso desde el otro lado de la frontera. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, siglas en inglés) planea reemplazar la barrera de dos capas para noviembre y considera que el muro más alto que está en construcción proporcionará mejoras necesarias.
Las repercusiones de este gran suceso
La colocación de los fragmentos del Muro de Berlín generó diversas reacciones en la zona fronteriza. Sandra Flores, una turista de Mazatlán, México, comparó esta instalación con el cercado fronterizo y comentó: “Aquí es un poquito menos fuerte que en Alemania, pero es un muro que divide países, la vida social, económica y demás relacionado con Estados Unidos”. Por su parte, Lydia Vanasse, que trabaja en el sector financiero en San Diego y reside en Tijuana, recordó la caída de la Unión Soviética cuando observó los fragmentos del Muro de Berlín y dijo: “San Diego y Tijuana somos ciudades hermanas. El muro nos separa, pero estamos más unidas en muchas maneras. Si no hubiera el muro, sería más bonita”.
La alcaldesa de Tijuana reconoce la necesidad de Estados Unidos de reforzar sus fronteras, pero subraya que su objeción no es contra la existencia misma de la frontera, sino más bien contra la violencia, la separación de familias, la división y el simbolismo negativo que el muro representa en este contexto. Por otro lado, Dan Watman, miembro de la organización Friends of Friendship Park, que aboga por el acceso transfronterizo al parque, expresó que la sección de 18,3 metros (60 pies) que permanecerá a menor altura es simplemente un gesto simbólico. Watman señaló que el parque del lado mexicano se ha convertido en una celebración unilateral.
En resumen, al colocar fragmentos del Muro de Berlín, México envió un mensaje simbólico sobre la importancia de derribar barreras y construir puentes de solidaridad. La alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, personifica esta conexión personal y política con el muro, ya que se identifica como una migrante que huyó de la pobreza y la violencia en su infancia. A través de esta iniciativa, se subraya la necesidad de abordar las cuestiones relacionadas con la frontera no solo desde una perspectiva política, sino también desde una perspectiva humanitaria y de unidad.