Maxi Benbassat- Los titulares de prensa que advierten sobre el peligro de los “químicos eternos” son frecuentes hoy en día y es que estos compuestos no biodegradables, conocidos científicamente como sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas o PFAS, son tóxicos y si no se manejan correctamente, pueden acumularse en el medio ambiente y afectar a los seres humanos.
Recientemente, los PFAS volvieron a ocupar los titulares de Carolina del Norte, luego que el Fiscal General de este estado, Josh Stein, presentara dos demandas contra DuPont, Chemours y 3M, empresas fabricantes de Espuma Formadora de Película Acuosa (AFFF, por sus siglas en inglés), que se usa para extinguir incendios y que contiene estos “químicos eternos”.
Según el comunicado de prensa de la oficina del fiscal, una de las demandas “está relacionada con la contaminación en el aeropuerto internacional Piedmont-Triad” y la otra aborda “la contaminación en la Base del Cuerpo de Marines de Camp Lejeune y en la Marine Corps Air Station New River”.
De hecho, en el Aeropuerto Internacional Piedmont-Triad las muestras de agua subterránea arrojaron concentraciones de PFAS que alcanzan las 8,000 partes por trillón (ppt), órdenes de magnitud por encima del nivel de alerta de salud anunciado recientemente por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), asegura el comunicado del fiscal.
La contaminación de PFAS del aeropuerto también ha migrado fuera del sitio y pudiera causar impactos en el área circundante. Las muestras de Camp Lejeune y Marine Corps Air Station New River mostraron una contaminación de PFOA de más de 25,000 ppt.
La espuma contra incendios está diseñada para mezclarse con agua y esparcirse generosamente, pero si no se toman medidas de precaución efectivas, puede filtrarse en el suelo y en las aguas subterráneas. Cabe destacar que las PFAS están relacionadas con la supresión del sistema inmunitario, el aumento del riesgo de infecciones infantiles, el colesterol alto, enfermedades de la tiroides, cáncer y otros padecimientos. De hecho, la EPA anunció nuevos avisos de salud sobre las sustancias químicas PFAS en el agua.
En el comunicado, el fiscal Stein fue tajante al referirse al manejo de los PFAS por parte de las compañías involucradas en la demanda. “En nuestra presentación ante el tribunal, alegamos que estas empresas que fabricaban espuma contra incendios sabían muy bien lo peligroso que era para nuestros socorristas y nuestros recursos naturales”, declaró el fiscal. “Pero siguieron vendiendo este producto para llenarse los bolsillos a costa de nuestra salud y nuestra agua potable. Es incorrecto e ilegal, así que los llevaré a los tribunales y lucharé para asegurar que limpien el desastre que causaron”, puntualizó.
Las acciones legales forman parte de una investigación en curso que adelanta el fiscal sobre las empresas responsables de contaminar los recursos naturales de Carolina del Norte con “químicos eternos”. En noviembre del año pasado el alto funcionario estatal presentó cuatro demandas contra 14 empresas por espumas tóxicas contra incendios cuando se encontraron altos niveles de contaminación por PFAS en zonas del estado, específicamente en el aeropuerto internacional Charlotte-Douglas, la Academia de Policía y Bomberos de Charlotte, la Base Aérea Seymour-Johnson y el aeropuerto del condado de Stanly.
El primer caso que la oficina de Stein presentó contra DuPont y Chemours fue por el vertido de GenX (compuesto químico que forma parte del gran grupo de PFAS) en el río Cape Fear y está en el Tribunal Supremo de Carolina del Norte por una cuestión de litigio, pero se resolvió a favor de su oficina en un tribunal inferior.
Sobre este caso, según un reportaje publicado por la organización North Carolina Health New, recientemente investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte revelaron los resultados de un estudio de varios años de duración para detectar el GenX, luego que en 2017 se halló la sustancia en la cuenca del río Cape Fear. Se analizaron muestras de sangre de 1.020 participantes de tres comunidades de la región de Cape Fear lo que reveló que más de un millar de los habitantes de la región tienen PFAS en su torrente sanguíneo.
Los químicos eternos se usan desde la década de 1940 y existen más de 12.000 compuestos diferentes de PFAS que se utilizan en productos como los utensilios de cocina antiadherentes, los cosméticos, los productos de limpieza, la ropa y los textiles resistentes al agua y la espuma para la lucha contra el fuego, junto con los equipos de extinción de incendios.