
Foto: NC by Train
Alexis Quintar – En un país donde el automóvil y el avión han monopolizado la movilidad, Carolina del Norte está trazando un camino distinto, uno que suena al traqueteo de rieles y al silbato de una locomotora, convirtiéndola en un referente en la revitalización y modernización de su red de trenes de pasajeros. Durante el año 2024, el estado registró cifras récord en el uso del servicio interurbano de pasajeros de Carolina del Norte, conocido como NC By Train, con un crecimiento que no solo refleja una mayor confianza en este modo de transporte, sino una transformación en la infraestructura, la cultura de movilidad y la planificación urbana.
Según datos oficiales, el año pasado los trenes interurbanos operados por Amtrak con subsidios estatales, transportó a más de 720,000 pasajeros, lo que representa un aumento del 12% respecto a 2023 y un impresionante 55% desde 2019, antes de la pandemia. Este crecimiento ha sido impulsado por eventos especiales como el U.S. Open en Pinehurst y la Feria Estatal de Carolina del Norte en Raleigh, que han atraído a nuevos pasajeros.
Inversiones en infraestructura y expansión de servicios
El Departamento de Transporte de Carolina del Norte (NCDOT) ha propuesto la expansión del servicio ferroviario a nuevas rutas, incluyendo conexiones entre Asheville y Salisbury, y entre Raleigh y Wilmington. Estas propuestas han sido aceptadas en el Programa de Identificación y Desarrollo de Corredores de la Administración Federal de Ferrocarriles, lo que indica un compromiso continuo con la mejora del transporte ferroviario en el estado.
Además, Amtrak ha anunciado una inversión significativa en su flota y servicios, incluyendo la introducción de los nuevos trenes Amtrak Airo en 2026. Estos trenes ofrecerán tiempos de viaje más cortos, mayor eficiencia energética y comodidades modernas, como Wi-Fi 5G y asientos más espaciosos.

Foto: NC by Train
Desarrollo del corredor ferroviario: expansión y nuevas rutas
Carolina del Norte forma parte de una coalición de seis estados (Florida, Georgia, Carolina del Sur, Tennessee, Virginia, Washington, D.C.) formada para desarrollar el corredor del Ferrocarril de Alta Velocidad Sureste y proporcionar trenes de pasajeros frecuentes y confiables que pueden viajar a una velocidad promedio de 86 mph.
En diciembre de 2023, el gobierno federal destinó $1.1 mil millones para ayudar al NCDOT a establecer el tramo inicial de una línea ferroviaria de pasajeros de alta velocidad entre Raleigh y Richmond, Virginia. Este proyecto de la Línea S fue el más grande entre varias iniciativas en Carolina del Norte, respaldadas por el sustancial proyecto de ley bipartidista de infraestructura aprobado por el Congreso en 2021.
Este proyecto, parte de una inversión nacional de más de $8 mil millones derivados de la Ley Bipartidista de Infraestructura, la cual buscaba revitalizar el transporte ferroviario en la región, ofreciendo una alternativa rápida y confiable al tráfico vehicular. En aquel momento, la ciudad estaba al mando de Roy Cooper, quien estacó la importancia de esta iniciativa, señalando: “Esta es una excelente noticia y subraya nuestros exitosos esfuerzos por construir un sistema de transporte que beneficie a todos los habitantes de Carolina del Norte”.
Del mismo modo, el por entonces gobernador de Carolina del Norte indicó: “La Línea S es un proyecto crucial que brindará un servicio rápido, frecuente y confiable que conectará Carolina del Norte, Virginia y el noreste. Amplía nuestro ya popular servicio ferroviario de pasajeros entre Charlotte y Raleigh, y ofrece a las personas, especialmente a las que viven en zonas marginadas, una forma segura, conveniente y económica de llegar a sus destinos”. La expansión de las rutas ferroviarias no solo mejora el acceso a diversas áreas del estado, sino que también contribuyen a la reducción de la congestión vehicular y fomentan el desarrollo económico en las comunidades cercanas a las estaciones.
Impacto en la comunidad y el medio ambiente
La revitalización del servicio ferroviario ha tenido un impacto positivo en las comunidades locales, ofreciendo una alternativa de transporte más sostenible y reduciendo la congestión vehicular. Además, ha fomentado el desarrollo económico en las áreas circundantes a las estaciones, revitalizando centros urbanos y promoviendo el turismo.
Según un informe del Brookings Institution, la expansión del tren interurbano genera un “efecto de ancla” que revitaliza centros urbanos, estimula el turismo y reduce la dependencia del automóvil, clave en la lucha contra el cambio climático. Por su parte, organizaciones como Environment North Carolina destacan que los trenes interurbanos emiten hasta un 70% menos de gases de efecto invernadero por pasajero/kilómetro que los automóviles. La electrificación parcial o total de las líneas, prevista en fases futuras, ampliaría aún más este impacto positivo.
Sin duda, Carolina del Norte demuestra que, con una visión clara y una inversión estratégica, es posible revitalizar el transporte ferroviario de pasajeros en Estados Unidos. Su enfoque podría servir de modelo para otros estados que buscan alternativas sostenibles y eficientes en movilidad. Con estos avances, la ciudad se posiciona como líder en la transformación del transporte ferroviario, ofreciendo a sus ciudadanos y visitantes una opción moderna, eficiente y respetuosa con el medio ambiente para desplazarse por el estado y más allá.