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Alexis Quintar – Las autoridades de Carolina del Norte han encendido las alarmas ante el creciente número de casos de sarampión, temiendo un posible brote de esta enfermedad viral, conocida por su alta contagiosidad y por afectar especialmente a bebés y niños pequeños. La confirmación oficial de su presencia en 19 estados del país, generó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS) haya comenzado a implementar un conjunto de medidas preventivas con el fin de contener un posible brote.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los casos en Estados Unidos han aumentado de 59 en 2023 a 285 en 2024. Para el 27 de marzo de 2025, ya se registran 483 casos en 19 jurisdicciones. En este contexto, el Dr. Zack Moore, epidemiólogo estatal del NCDHHS mediante un comunicado de prensa sostuvo: “Aunque actualmente no tenemos casos de sarampión en Carolina del Norte, el aumento de casos en todo el país y el mundo nos obliga a estar alerta”.
Un virus que no espera: la amenaza silenciosa del sarampión
El sarampión es más que una simple enfermedad eruptiva, ya que se trata de una infección viral extremadamente contagiosa que se transmite por el aire a través de microgotas que las personas infectadas liberan al hablar, toser o estornudar. Lo alarmante del virus es su capacidad para permanecer activo en el aire hasta dos horas después de que la persona infectada haya abandonado el lugar.
La enfermedad se manifiesta con síntomas similares a los de una gripe fuerte (fiebre alta, tos persistente, congestión nasal, ojos rojos) seguido por una característica erupción cutánea que comienza en el rostro y se extiende al resto del cuerpo. Sin embargo, más allá del malestar inmediato, el sarampión puede generar severos problemas de salud en niños pequeños, puesto que 1 de cada 20 infecciones puede derivar en neumonía. En casos más complejos puede desembocar en encefalitis, una inflamación cerebral que podría provocar convulsiones, pérdida auditiva o discapacidad intelectual permanente.
Cifras que preocupan: los casos en aumento
De acuerdo con los datos más recientes emitidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el número de casos de sarampión en Estados Unidos ha experimentado un repunte significativo en los últimos años. No obstante, Carolina del Norte, por ahora libre del virus, ha decidido no esperar a que el primer caso se presente para actuar. “Es fundamental adelantarnos a los hechos. La vigilancia temprana es nuestra mejor defensa. Instamos a todos los habitantes de Carolina del Norte a asegurarse de estar al día con la vacuna MMR y estamos colaborando con los departamentos de salud locales para garantizar la preparación ante cualquier posible brote”, señaló Moore.
El papel clave de la vacunación: una comunidad protegida es una comunidad segura
Uno de los pilares fundamentales de la estrategia estatal es la inmunización, por lo que el NCDHHS ha reiterado su llamado a la población para que revise su historial de vacunación, especialmente en lo que respecta a la vacuna triple vírica (MMR), que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola. Según cifras del propio departamento, la tasa de vacunación en niños de kínder para el año escolar 2023-2024 fue del 93.8%, ligeramente por debajo del umbral del 95% que se considera necesario para lograr la inmunidad colectiva.
Aunque la cifra puede parecer alta, las autoridades advierten que existen condados y escuelas donde los porcentajes son considerablemente menores, en parte debido al incremento en las exenciones por motivos religiosos o personales. “El sarampión es uno de los virus más contagiosos conocidos. Si no logramos una cobertura del 95%, dejamos abiertas las puertas a un brote”, explicó el Dr. Moore, quien instó a los padres a no bajar la guardia.
Preparativos en marcha: protocolos, monitoreo y colaboración
El NCDHHS ha distribuido guías actualizadas para proveedores de atención médica, centros escolares y centros de cuidado infantil, con el objetivo de fortalecer la vigilancia de posibles síntomas y reforzar el cumplimiento de esquemas de vacunación. Entre las medidas adoptadas se destacan:
- Vacunación activa y seguimiento: Se está instando a pediatras y médicos de atención primaria a verificar el estatus vacunal de sus pacientes y a administrar dosis de refuerzo si es necesario.
- Monitoreo intensificado: El estado mantiene un sistema de vigilancia activa para detectar rápidamente casos sospechosos y activar los protocolos de aislamiento correspondientes.
- Campañas de concientización pública: Se han iniciado campañas informativas dirigidas a comunidades con baja cobertura vacunal, incluyendo materiales en múltiples idiomas y jornadas comunitarias.
- Colaboración con el sistema educativo: Las escuelas y guarderías han recibido instrucciones claras para revisar expedientes de vacunación y asegurar que tanto estudiantes como personal estén protegidos.
En un contexto donde la desinformación sobre las vacunas ha crecido en paralelo con los casos de enfermedades prevenibles, las autoridades de Carolina del Norte apuestan por una estrategia basada en evidencia científica, coordinación institucional y acción comunitaria. Para más información sobre la prevención del sarampión y recursos de vacunación, los residentes pueden visitar el sitio web del NCDHHS (https://www.ncdhhs.gov/) y consultar la página dedicada a la salud pública y la vacunación.