Foto: Michael Vadon
Alfredo Romero- La comunidad latina de Carolina del Norte se enfrenta a un panorama incierto con la toma de posesión de Donald Trump en enero de 2025. Como en su primera administración, el presidente Trump tiene entre sus prioridades el proteccionismo económico, la desregulación empresarial y un enfoque estricto hacia la inmigración.
Estas políticas pudieran tener consecuencias profundas para trabajadores, empresarios y familias hispanas de la región, quienes contribuyen significativamente al desarrollo económico local y, además, podrían impactar sectores clave por lo que es crucial que la comunidad hispana esté preparada para estos desafíos.
En términos de migración y fuerza laboral, durante el primer mandato de Trump las restricciones a la inmigracion tuvieron un impacto directo en industrias como la agricultura, la construcción y la manufactura. Carolina del Norte, que tiene una fuerte dependencia de la mano de obra inmigrante, experimentó una escasez importante de trabajadores en la agricultura. Como consecuencia, aumentaron los costos operativos y hubo una disminución de la producción en varios sectores.
Además, las reformas fiscales como la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017 redujeron las tasas corporativas, lo que benefició principalmente a grandes empresas y obstaculizó el acceso a beneficios fiscales para pequeños negocios.
También, la guerra comercial con China y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte afectaron al sector manufacturero, una importante fuente de empleo para los trabajadores latinos de Carolina del Norte.
Posibles medidas
De cara a un segundo mandato, las declaraciones de campaña y las propuestas de Trump ofrecen pistas sobre lo que pudiera venir.
Posiblemente haya restricciones adicionales a las visas H-2A y H-2B, lo que complicaría aún más la contratación de trabajadores inmigrantes y generaría una grave escasez en la agricultura y la construcción.
También, la orientación de Trump a favorecer la política de desregulación podría tener como consecuencia menores protecciones para los trabajadores, como por ejemplo, la flexibilización de normas de seguridad y la reducción de medidas de control salarial. Aunque estas medidas pueden reducir costos para los empleadores, también pueden intensificar las desigualdades laborales.
Trump prometió continuar sus políticas de recortes fiscales, lo que podría beneficiar a algunas pequeñas empresas latinas. Sin embargo, el acceso desigual al crédito y otros recursos financieros seguirá siendo un obstáculo para la expansión de los negocios de muchos empresarios inmigrantes.
La comunidad hispana tiene una importante presencia en varios sectores económicos de Carolina del Norte. Cada uno de ellos enfrentará sus propios desafíos y oportunidades en la próxima administración.
Los trabajadores hispanos representan aproximadamente el 30% de la fuerza laboral del sector construcción. Las políticas migratorias podrían dificultar la entrada de nuevos trabajadores, aumentando así la presión sobre empleados y empresas.
También Carolina del Norte es un estado líder en manufactura y muchos trabajadores latinos están empleados en esta industria. Puede que las políticas proteccionistas de Trump fortalezcan la producción nacional, pero las tensiones comerciales con otros países pudieran limitar el acceso a materiales y mercados internacionales.
A mediano plazo, debido a las restricciones a la inmigración y la presión sobre los salarios, podrían verse afectados los sectores de restaurantes, hoteles y servicios en los que los latinos tienen una fuerte representación. Particularmente en la temporada navideña y de vacaciones.
Estrategias para resistir
La comunidad hispana puede tomar varias medidas para enfrentar los desafíos y maximizar las oportunidades durante el próximo mandato presidencial. Una de ellas es fortalecer las redes comunitarias. Las organizaciones locales y estatales de apoyo a inmigrantes y trabajadores latinos ofrecen valiosos recursos, desde asesoría legal hasta programas de capacitación laboral. Involucrarse en estas redes puede proporcionar herramientas para adaptarse a los cambios económicos.
También es importante invertir en educación y capacitación. Fortalecer las habilidades técnicas y financieras es fundamental para acceder a mejores oportunidades laborales y empresariales. Las instituciones educativas locales pueden desempeñar un papel clave en este proceso.
Otra estrategia es la participación cívica. La comunidad hispana debe involucrarse más activamente en el proceso político, especialmente en las elecciones locales y estatales. Las decisiones políticas tienen un impacto directo en temas como derechos laborales, vivienda y acceso a la educación.
Es importante entender las dinámicas económicas para saber cómo enfrentar los cambios y empoderarse para convertirse en agente de cambio. Instituciones educativas como North Carolina A&T y su Departamento de Economía ofrecen programas que preparan a los estudiantes con las herramientas necesarias para analizar, influir y transformar el panorama económico.
Con estrategias adecuadas y un enfoque en la educación y la organización comunitaria, los hispanos tienen el potencial de adaptarse y prosperar. La clave es mantenerse informado, actuar con determinación y aprovechar las oportunidades para fortalecer tanto a las familias como a la economía local.