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“Vamos a seguir batallando”: Vendedores de la pulga de Mebane viven un momento de mucha preocupación

Mebane Pulga
Foto: Archivo

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Alexis Quintar – Los vendedores de “La Pulga de Mebane” en Carolina del Norte tienen hasta el 14 de agosto para retirar sus pertenencias del terreno, después de que el futuro dueño del lugar accediera a extender la fecha original del desalojo prevista para el 15 de julio. El lunes 1 de julio, más de 100 comerciantes asistieron a una reunión del Concejo Municipal de Mebane para solicitar una extensión de tres meses de plazo para poder vender sus productos y pidieron a las autoridades locales para encontrar un nuevo lugar donde reubicarse.

Al finalizar esta reunión, Gerson Sánchez, charló con Enlace Latino NC, done manifestó: “Nada más queríamos un poco más de tiempo y no nos quisieron dar. Decepcionados, pero hay que seguir adelante. Para lo que hacemos nosotros hay contenedores de 40 pies que tenemos que vaciar de llantas y es difícil. Pero vamos a seguir batallando y luchando”. Además, Sánchez sostuvo: “Soy beneficiario de DACA y el trabajo en la pulga me ayuda a tener un ingreso extra para pagar mis estudios con una matrícula que me cuesta el doble”.

Propuesta no escuchada

Antes de la votación final, el concejal Jonathan White propuso una extensión de dos meses en lugar de tres, y sugirió que no se anexara la propiedad para que siguiera perteneciendo al condado de Orange y pudiera seguir operando como la pulga. White advirtió del riesgo de que el grupo inversor desistiera de comprar el terreno, y el dueño decidiera dar solo dos semanas para desalojar y cerrar la pulga.

En este sentido, el concejal indicó: “Estoy proponiendo que se haga una extensión de 2 meses, no 3, y que no haya un anexo de la propiedad para que esta siga perteneciendo al condado de Orange, así podría seguir operando como la pulga”. Sin embargo, su propuesta fue ignorada y el Concejo Municipal votó 3-2 a favor de anexar los más de 80 acres de terreno a la ciudad y ubicar el área de una zona comercial más ligera a una pesada.

Se olvidaron de las familias que trabajan en la pulga de Mebane

Marco Vega, de 50 años, es uno de los cientos de vendedores que sienten como hogar al mercado de pulgas, puesto que durante más de 20 años comercializa llantas para vehículos. Con las noticias que salieron a la luz recientemente, Vega aseguró que no era para nada ético que a los comerciantes no se les diera tiempo suficiente para reubicarse. “Te deja en shock tener que mudarte tan pronto. Todavía soy joven, soy fuerte, pero todavía me estresa. La gente piensa que es tan fácil como decir: ‘¡Levántate y vete!’”, declaró el comerciante a WUNC en español. Este tipo de vendedores que necesita una gran infraestructura se le complica mucho reubicar su taller, ya que poseen muchas herramientas y equipamientos.

Quien hizo una gran exposición ante los concejales en la Municipal de Mebane fue Henry Toledo, el cual habló de las familias que trabajan en la pulga. “Visito la pulga hace 12 años y soy vendedor hace 6, Para todo proyecto hay un plan. Primero el plan y luego el proyecto. Vi las imágenes, se ve muy bonito todo como lo planean, pero no pensaron que hacer con este montón de familias que dependen de esa ‘flea Market’”, expresó Toledo. El comerciante comentó que su negocio en la pulga permitió que sus hijos estudien en la universidad.

Conjuntamente, Toledo, bastante preocupado, añadió: “Nosotros tenemos una familia que depende de nosotros. Estoy feliz porque este año mi niña se graduó de la High School y estoy feliz porque quería enviarla a la universidad. Esa ‘Flea Market’ me ayuda muchísimo”. Por su parte, María Torres, en diálogo con Enlace Latino NC reveló detalles que hicieron emocionar a muchos. “Aquí han crecido mis hijos. Tengo dos hijos, uno, 27, uno de 20 años, casi 21. Ellos están en la universidad gracias a Dios, a este negocio que tenemos y de aquí hemos sustentado su carrera”, señaló la comerciante.

Al mismo tiempo, Torres contó que hace más de 23 años con solo una mesita comenzó su negocio en “La Pulga de Mebane” y fue evolucionando hasta tener 6 mesas con productos. En este contexto, la comerciante con la voz entrecortada sumó: “Desafortunadamente tenemos que partir de aquí y ser agradecidos con Dios por el tiempo que nos permitió. También agradecidos con las personas que también nos visitan. Nos ha dolido y es un golpe para nosotros, para las familias, para nuestras familias, para nuestra comunidad. Hemos aprendido a convivir estos años, a estar con nuestra comunidad, compartir nuestras culturas, nuestras creencias”.

Siembra NC, es una organización que ayuda a los inmigrantes en el centro de Carolina del Norte, y fue quien se solidarizó a buscar concesiones para los vendedores. La codirectora de Siembra NC, Nikki Marin-Baena, se mostró bastante desilusionada con lo que está viviendo la gente de las pulgas y argumentó: “Cientos y tal vez miles de personas se verán afectadas, algunas personas directamente económicamente, y luego más personas simplemente por las implicaciones culturales de perder este espacio comunitario realmente importante”.

Conjuntamente, Marin-Baena agregó: “Esto plantea algunas preguntas sobre cómo piensan las personas en el gobierno local, sobre cuál es su papel”. No hay duda que el cierre de la pulga representa un golpe fundamental para la comunidad, que ha aprendido a convivir y compartir culturas a lo largo de los años. La comunidad de Mebane ahora enfrenta el desafío de encontrar nuevas formas de sustento y reubicación, mientras agradecen los años de apoyo y convivencia que tuvieron en la pulga.

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